Semana rara e intermitente de la que lo único bueno que se puede sacar es algo más de tiempo para entrenar, que no es poco.
Empiezo la segunda semana de carga seguida y tengo muchas ganas de entrenar, pero los volúmenes empiezan a hacer mella en mi físico. Cada día siento las piernas algo más hinchadas y doloridas que el día anterior, y en el planning no se contempla nada parecido a un descanso, aunque tampoco lo quiero, me apetece ver hasta cuando puedo aguantar. Las sesiones cada vez son más largas y se perfila alguna un poco más exigente pero no estoy preocupado, he salido muy reforzado del resfriado y cada día hago borrón y cuenta nueva, estoy recuperando bien y eso se nota.
Ayer al mediodía metí con calzador una sesión de bici de unos 80 kilómetros. Había quedado con Ronin en salir a las 14.00h para hacer los 100 previstos y estar de vuelta antes de que el sol nos abandonase, pero no fue posible. Por cuestiones laborales no pude subirme a la bici hasta las 15.00h y teniendo en cuenta que hay luz hasta las 17.30h aproximadamente............tuve que darlo todo para poder cumplir. No me siento aún preparado para exigirme tanto encima de la bici, aunque sé que todo llegará.
A pesar de ir con la hora pegada al culo, tuve tiempo de pararme un momento y tomar esta foto del paisaje que te encuentras nada más pasar
Casi en Cullera me crucé con Ronin, giré en seco y me volví charrando con él, de esta forma creo que los 2 pudimos olvidar por un momento las agujetas que arrastrábamos de los días anteriores y entre pedaleos y conversaciónes llegamos a casa, aunque no estaba toda la faena hecha. Al llegar a casa teníamos el tiempo justo para coger la bolsa e ir a la piscina para completar la sesión prevista, menos mal que en compañía se hacen las cosas más llevaderas.
Para el primer domingo de esta semana tenía un rodaje largo a ritmo llevadero.Al igual que suelo hacer con las cosas que menos me apetecen hacer, lo he pospuesto para después, y después para después, y deapués......, con lo fácil que hubiera sido salir a 1ª hora de la mañana con ese magnífico sol que calentaba desde lo alto. En fin, tanto lo he ido dejando que me ha tocado salir cuando ya no había más opciones de posponer, a las 20.00h de la tarde con la compañera de siempre esperándome en el viejo cauce: la fría humedad.
Tapado casi de una forma hermética me he ido recorriendo todo el viejo cauce hasta salirme de él e ir a explorar nuevas zonas, aquellas a las que nunca legaba cando salía a correr desde casa de mi madre, esas zonas que estoy seguro que a partir de ahora serán el paisaje habitual de mis pateos.
Los entrenes:
Lunes: 80 de bici + 3500 de natación
Martes: 19 km de carrera
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